Bolivia presenta una fragilidad frente a la probabilidad de desastres naturales de magnitud y no cuenta con recursos ni medios para enfrentarlos.
Al inicio del presente año 2010, los daños provocados por las intensas lluvias, especialmente en cuanto a inundaciones, pueden ser aun mas severas.
Las inundaciones están el área de los llanos; las sequías afectan mayoritariamente al altiplano y a los valles. Y deslizamiento y heladas a la región del altiplano.
Según el informe de las Naciones Unidas, dice que Bolivia es un país altamente vulnerable, el mayor porcentaje históricamente en los últimos 20 años, de familias afectadas, corresponde en primer lugar a las sequías con 69%, después inundaciones con 28%.
Las zonas de mayor riesgo de inundaciones son las cuencas del río Mamoré, la cuenca del río Beni, la cuenca del río Madre de Dios en el departamento de Pando, las cuencas del río Ichilo, las cuencas del río Pailas, las cuencas del río Guapay.
En el sector de la salud los fenómenos naturales diseminan brotes de leptospirosis, fiebre amarilla y dengue.
Al parecer por efecto de los eventos naturales que se dan diariamente, lo mejor y más probable es estar prevenidos ante cualquier emergencia, por lo tanto las recomendaciones de realizar un mantenimiento preventivo de limpieza de canales, y evitar la construcción en zonas inestables es un buen comienzo.
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