En el marco de las políticas sociales para el desarrollo de las comunidades rurales en Bolivia, existe un trabajo no agotado de organizaciones no gubernamentales para efectivizar un rol económico para la mujer y emancipar su dependencia a un trabajo intensivo no remunerado.
CADES, está promoviendo en los municipios la implementación de observatorios de igualdad de género que tengan como objetivo exponer los principales problemas de la mujer, para ingresar a un proceso de formación y capacitación en la perspectiva de mejorar su situación social.
En las condiciones actuales, la mujer requiere de iniciativas de apoyo para la formación en artes y oficios que puedan representar ingresos económicos para lo cual los centros de formación hacen énfasis en destrezas manuales en tejido y costura.
La capacidad productiva de la mujer ha generado microemprendimientos que son posibles apoyar y para ello los programas de seguridad y soberanía alimentaria deben promover economías campesinas sostenibles.
Tres principios son fundamentales para el desarrollo de la mujer la autonomía económica, autonomía en la toma de decisiones y autonomía física.
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